A veces, las primeras horas del día me muestran instantes mágicos, surrealistas, curiosos... que me apetece compartir. De ocho a ocho y media, escenas que merecen ser captadas, pensadas y compartidas.
martes, 2 de noviembre de 2010
Con el cambio de hora, no sólo los humanos agradecíamos hoy el solecito de las 8 y cuarto.
Y los peces...¿qué pensarán de estos vaivenes temporales?
ResponderEliminarSi es que somos un poco lagartas...
ResponderEliminar