jueves, 24 de febrero de 2011

Un privilegio

No es comparable a nada. Y no me refiero a los atascos y los edificios grises y el asfalto: no voy a caer en las comparaciones facilonas. Pero incluso si me pongo a pensar en un río, un bosque, una montaña o un camino increíblemente bonitos... estoy segura de que un amanecer en el mar, al igual que una buena puesta de sol de las que se ven en Cádiz, gana en belleza por goleada. ¡Y alimentan que da gusto! (como decía aquel viejo anuncio, je, je)

1 comentario:

  1. Pues tienes toda la razón. ! Ración y media de amanecer con mollete y manteca colorá!

    Javier Alcaine

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